ANAHÍ ABELEDO

Las innovaciones tecnológicas, especialmente las digitales como la IA, bien aprovechadas, resultan claves para identificar recursos minerales que son estratégicos para la transición. Recientes experiencias de países en desarrollo así lo confirman. 

La tecnología y los datos pueden ayudar a los países en desarrollo a desbloquear su cofre del tesoro de recursos minerales.

La UNCTAD está impulsando una iniciativa para que los países en desarrollo digitalicen y compartan datos sobre recursos naturales adquiere una importancia renovada en medio de la creciente demanda de minerales vitales para la transición a la energía limpia.

Se espera que los sistemas de energía limpia aumenten la demanda de cobre del 23% a más del 42% de la demanda total para 2050.

La UNCTAD tiene una solución para digitalizar y compartir datos para facilitar el descubrimiento de nuevos recursos naturales.

Para satisfacer la creciente demanda, los países necesitan explorar nuevos recursos abundantes en minerales de alta calidad y atraer inversiones al sector, entre otras medidas esenciales.

Pueden utilizar tecnología y datos para identificar recursos que los geólogos tradicionales podrían pasar por alto y ayudar a los mineros a determinar ubicaciones óptimas de perforación.

ALGUNOS EJEMPLOS
Por ejemplo, en Zambia, una empresa privada ha utilizado inteligencia artificial para generar mapas geológicos de la corteza terrestre, lo que dio como resultado el descubrimiento de un depósito de cobre de alta ley a gran escala.

Lo hizo aplicando algoritmos para analizar múltiples flujos de datos, que van desde datos históricos de perforación hasta imágenes satelitales, mejorando la identificación de nuevos depósitos potenciales. 

El gran avance en la exploración de nuevos recursos de cobre por parte de Zambia muestra cómo los países en desarrollo pueden utilizar enfoques innovadores para descubrir nuevas reservas de minerales críticos y ayudar a cerrar la brecha entre la oferta y la demanda.

Trabajadores mineros en Zambia

"Los países necesitan mejores datos para beneficiarse más de estos minerales y al mismo tiempo proteger el planeta", dijo Miho Shirotori, jefe de la división de comercio internacional de la UNCTAD.

Muchos países en desarrollo carecen de los datos confiables necesarios para atraer inversiones hacia sus minerales no descubiertos. 

UNA SOLUCIÓN DE RED
Una solución clave, propuesta por primera vez por la UNCTAD en 2009 y que está adquiriendo renovada urgencia en medio de la transición energética global, es la creación de una red internacional para digitalizar e intercambiar datos para facilitar el descubrimiento de nuevos recursos naturales.

La iniciativa de la UNCTAD, conocida como Intercambio de Información sobre Recursos Naturales (NRIE), tenía como objetivo crear un depósito de información digital, centrándose en datos históricos geocientíficos.

La iniciativa se estancó anteriormente debido a lagunas técnicas en algunos de los posibles países beneficiarios y a las complejidades de los marcos legales y las regulaciones relacionadas con la propiedad de los datos, los derechos de acceso y la confidencialidad.

La UNCTAD está renovando la iniciativa con énfasis en fortalecer la capacidad de los países para gestionar su riqueza de datos.

Producción y demanda de cobalto

La nueva iniciativa podría ayudar a los países ricos en minerales de África y otros lugares a crear sus propios bancos de datos de recursos naturales para capturar el valor no explotado de la información de las geociencias para optimizar el desarrollo y la gestión de los recursos naturales.

Estos bancos de datos incluirían una variedad de datos minerales históricos digitalizados, tales como:

+ Mapas antiguos e información sobre formaciones rocosas, composición mineral y estructuras geológicas.

+ Datos de exploración que comprenden resultados de perforación, estudios geofísicos y análisis geoquímicos.

+ Datos de producción que detallan las cantidades extraídas, las leyes del mineral y los métodos de producción.

+ Datos ambientales como evaluación de la calidad del agua, monitoreo de la calidad del aire y estudios de biodiversidad.

La iniciativa permitiría a los países en desarrollo aprovechar el poder de la tecnología para compilar y analizar grandes cantidades de datos, capacitándolos para tomar decisiones informadas sobre sus reservas minerales de manera responsable e inclusiva.

Producción y demanda de níquel

ENFOQUE INCLUSIVO
La UNCTAD aboga por un enfoque colaborativo e inclusivo en el que gobiernos, empresas e instituciones con archivos geocientíficos trabajen juntos para desarrollar bancos de datos sobre recursos naturales.

Ayudará a los países beneficiarios a desarrollar su capacidad para digitalizar y organizar sus datos históricos sobre minerales. La iniciativa facilitaría el fácil acceso, búsqueda y recuperación de información archivada a través de bases de datos digitales e inteligencia artificial, como se demostró en esfuerzos recientes en Zambia.

También mejorará la eficiencia de la gobernanza de datos al proporcionar conjuntos de datos más completos y precisos. Esto podría mejorar la toma de decisiones entre los formuladores de políticas, las agencias gubernamentales y las partes interesadas de la industria con respecto a la asignación de recursos.

Además, los países en desarrollo pueden reforzar su capacidad para atraer inversiones, lo que podría estimular el crecimiento económico y contribuir a satisfacer la demanda mundial de minerales críticos para la transición energética de manera sostenible.

Producción y demanda de cobre

 DESARROLLO
Según la UNCTAD, también es esencial garantizar que la creciente demanda de minerales críticos para la transición energética no afiance aún más la dependencia de los países de las materias primas para sus ingresos de exportación.

Esta dependencia deja a los países vulnerables a las fluctuaciones de los precios de mercado y a las crisis económicas mundiales. También está vinculado a un menor desarrollo socioeconómico.

La búsqueda global de un sistema energético más limpio ha aumentado la demanda de minerales críticos para la transición energética, como el litio, el cobalto, el níquel y el cobre.

Estos minerales desempeñan un papel crucial en las tecnologías de energía renovable, como las células solares fotovoltaicas, la energía eólica, el almacenamiento en baterías y los vehículos eléctricos.

Por ejemplo, se prevé que la demanda de cobre en sistemas de energía limpia aumente del 23% de la demanda total en todas las aplicaciones a más del 42% para 2050, según cálculos de la UNCTAD basados ​​en datos de la Agencia Internacional de Energía.

Pero si la producción de cobre continúa al ritmo actual, no se satisfará la creciente demanda, lo que creará una brecha significativa que debe abordarse para mantener el calentamiento global a no más de 1,5°C, en línea con el Acuerdo de París sobre el cambio climático.